Monte Pelée

Pelée
Domo de lava de la cumbre del volcán Pelée.
Créditos fotográficos: Sarah Franklin www.thinglink.com

Ubicación: Martinica (Antillas Men.), Saint-Pierre

Antillas Menores. World Imagery, ESRI

Altitud: 1.397 msnm

Origen: 30 M años atrás aprox.

Tipo de volcán: Estratovolcán

Categoría: Pliniano. Paroxístico

Última erupción: 1932

Víctimas mortales totales: 31.082

Estado: Durmiente


El Monte Pelée es un estratovolcán activo ubicado en el extremo norte del departamento francés de ultramar de la isla de Martinica, parte del arco volcánico de las Antillas Menores. El Pelée es uno de los volcanes más destructivos de la Tierra, y su cono está formado de capas de cenizas volcánicas y lava solidificada. El Monte Pelée representa la formación más moderna de la isla, y algunas de sus rocas, formadas en la erupción de 1932, tienen solo 78 años de antigüedad. Los vulcanólogos han identificado tres fases en la evolución del Monte Pelée: inicial, intermedia y moderna.




Erupciones y acontecimientos relevantes:

 

30 M años atrás aprox. Fase Inicial o Paleo-Pelée. El monte era un estratovolcán común. Su cono estaba compuesto de numerosas capas de lava provenientes de los flujos y fragmentos de desechos volcánicos. Los restos del Paleo-Pelée aún son visibles en la ladera norte del volcán.

100.000 años atrás. Erupciones. Fase Intermedia. Hace 100.000 años comenzó la segunda etapa o intermedia, luego de un largo período de quietud. Se formó entonces el domo de lava de Morne Macouba, seguido más tarde por la creación de la caldera del mismo nombre. Durante esta fase sucedieron numerosas grandes erupciones que generaron flujos piroclásticos. Hace unos 25.000 años, toda la parte suroeste del volcán colapsó y se derrumbó, produciendo un enorme deslizamiento de materiales.

8.210 a. C. ± 200 Erupción. IEV 4

7.750 a. C. ± 500 Erupción.

7.320 a. C. ± 1.730 Erupción.

7.050 a. C. ± 1.000 Erupción.

6.610 a. C. ± 150 Erupción. IEV 4

6.450 a. C. Erupción.

6.220 a. C. ± 200 Erupción. IEV 4

5.800 a. C. Erupción.

5.500 a. C. ± 200 Erupción. IEV 4

4.510 a. C. ± 500 Erupción.

3.930 a. C. ± 100 Erupción.

3.820 a. C. Erupción. IEV 4

3.500 a. C. ± 200 Erupción. IEV 4

3.430 a. C. ± 75 Erupción. IEV 4

3.290 a. C. Erupción.

3.250 a. C. Erupción.

3.120 a. C. ± 200 Erupciones. Fase Moderna. El monte pasa por más de 30 erupciones peléanas.

3.020 a. C. Erupción.

2.660 a. C. ± 200 Erupción. IEV 4

2.460 a. C. ± 100 Erupción.

2.430 a. C. Erupción. IEV 4

2.360 a. C. Erupción.

2.280 a. C. Erupción.

2.100 a. C. ± 200 Erupción.

1.390 a. C. ± 150 Erupciones. El tercer paso de la evolución del Monte Pelée creó la mayor parte del cono visible actualmente, con depósitos de piedra pómez que resultaron de los flujos piroclásticos. Hace 3.000 años se produjo una gigantesca explosión de piedra pómez. Como consecuencia de ella se formó la gran caldera de Étang Sec.

890 a. C. ± 50 Erupción.

730 a. C. Erupción.

620 a. C. Erupción.

600 a. C. Erupción.

590 a. C. ± 200 Erupción. IEV 4

440 a. C. Erupción. IEV 4

300 a. C. ± 100 Erupción.

200 a. C. Erupción. IEV 4

10 ± 50 Erupción. IEV 4

50 Erupción. IEV 4

130 Erupción. IEV 4

220 ± 75 Erupción.

300 Erupción. IEV 4

350 ± 75 Erupción. IEV 4

450 Erupción. IEV 4

650 Erupción.

720 Erupción.

890 ± 100 Erupción. IEV 4

910 Erupción.

1190 Erupción.

1260 ± 20 Erupción.

1340 ± 50 Erupción. IEV 4

1370 Erupción.

1460 ± 20 Erupción.

1635 Erupción.

1792 Erupción. IEV 1 La erupción de 1792 y los fenómenos que la acompañaron se descubrieron sobre la base de los estudios del profesor Alfred Lacroix. Ni siquiera la población autóctona de Martinica guardaba memoria de tales eventos. La experiencia de uno de los testigos presenciales fue descrita de la siguiente manera en un acta oficial: «La erupción que tuvo lugar el 22 de enero de 1792 fue seguida por un violento terremoto. Pronto se pudo percibir un fuerte olor a azufre, en sitios tan lejanos como la granja del ciudadano Montaval, que tuvo el coraje de dirigirse a la escena. El suelo estaba obliterado por numerosas chimeneas, formadas en ocasión de la erupción. Los árboles fueron carbonizados y diecinueve zarigüeyas y muchos pájaros, atrapados en el radio de la explosión, fueron hallados muertos. Algunos habitantes de la región volvieron a subir al cráter cinco meses más tarde, y encontraron los cuerpos de los animales donde habían caído luego de la primera explosión. Dos meses antes, el ciudadano Montaval había escuchado un ruido similar a un disparo de cañón que provenía del cráter, lo que nos autoriza a suponer que una segunda erupción tuvo lugar entonces. Los árboles y especialmente los helechos habían sido abundantemente regados con azufre, y todas las rocas estaban completamente cubiertas de él».

1851-52 Erupciones. IEV 2 El 5 de agosto de 1851 la ciudad de St. Pierre dormía tranquilamente. A las 11 de la noche se dejó oír un ruido lejano y distante que fue confundido con el de un trueno. Sin embargo, al prolongarse el sonido y no cesar de inmediato como lo habría hecho un trueno, la gente comenzó a despertar preocupada. El terreno, cubierto de cenizas, se veía fragmentado y atravesado por fallas y grietas que antes no estaban allí, y había claras indicaciones de numerosos deslizamientos de terreno, que los científicos atribuyeron a los vapores exhalados por el volcán y a temblores de tierra. Más arriba, a 965 metros de altura, descubrieron dos fumarolas que señalaban la ubicación de dos nuevos cráteres activos. Liberaban un humo blanco y vomitaban corrientes de lodo que habían cubierto todo el valle. El radio de devastación fue calculado en unos 1.000 metros. La intensidad del fenómeno fue decreciendo paulatinamente hasta desaparecer por completo en el primer semestre de 1852.

1902-05 Erupciones. IEV 4 Ya en 1899 el volcán comenzó a mostrar signos de mayor actividad: luego, dos años antes de la erupción, en el verano de 1900, el cráter de Étang Sec comenzó a incrementar el tamaño de sus fumarolas y a liberar erupciones freáticas en forma de ardiente vapor. Esta situación se mantuvo hasta principios de abril de 1902, cuando algunos excursionistas notaron que se habían formado nuevas fumarolas sulfurosas cerca de la cima del volcán. Como las fumarolas habían estado apareciendo y desapareciendo o cambiando de lugar desde que se tenía memoria, ni el gobierno colonial ni la población dieron importancia al hecho. Las erupciones comenzaron el 23 del mismo mes, bajo la forma de una ligera lluvia de cenizas que cayeron sobre las laderas sur y oeste, acompañadas de fuertes movimientos subterráneos. Dos días más tarde, la montaña emitió una gran nube de rocas y cenizas desde la cumbre, originada en el Étang Sec, que no causó daños. Al día siguiente, toda la región fue cubierta con una nube de cenizas, pero las autoridades tampoco vieron en esto motivo de preocupación. El día 27, varios turistas treparon a la cima y descubrieron al Étang Sec lleno de agua, formando un lago de 180 metros de diámetro. En una de las orillas había un montículo de escombros volcánicos de 15 m de altura que alimentaba al lago con agua hirviente. Un fuerte sonido se escuchó de las entrañas de la montaña, mientras que un notable olor a azufre estaba presente tanto en la cima como en St. Pierre, distante a casi 10 km. La gente y los caballos comenzaron a presentar malestares por este motivo. El 30 de abril, los ríos Roxelane y Rivière des Pères se desbordaron, arrastrando árboles y peñascos provenientes de la cima de la montaña. Las aldeas de Prêcheur y Sainte-Philomène fueron cubiertas de ceniza. A las 11:30 de la mañana del 2 de mayo produjo grandes explosiones, fuertes terremotos y una enorme columna de denso humo negro. La mitad septentrional de la isla quedó cubierta por cenizas y pómez finamente pulverizada. Toda esta actividad comenzó a repetirse a intervalos de entre cinco y seis horas. Mientras tanto, los animales de granja comenzaron a morir de hambre y sed por la contaminación de agua y comida con cenizas volcánicas. El Día de la Ascensión, 8 de mayo a las 07:52, una gigantesca erupción arrasó St. Pierre. Por la mañana, los pobladores observaban el espectáculo pirotécnico que desplegaba el volcán. Un flujo piroclástico horizontal cayó por la ladera y se aceleró en dirección a St. Pierre. Era negro y pesado, y con fuerte incandescencia. Consistía en vapor supercaliente, gases volcánicos y polvo, todo calentado a temperaturas superiores a los 1.075 °C. En menos de un minuto envolvió la ciudad, incendiando instantáneamente todo elemento combustible con el que entraba en contacto. Antes de la erupción, St. Pierre tenía 28.000 habitantes que, sumados a aquellos que se dirigieron a la ciudad desde las zonas rurales, daban un total de más de 30.000. En su momento se dijo que solo tres de ellos sobrevivieron. El día 20 de mayo, una segunda erupción de igual potencia que la principal terminó de destruir los restos de St. Pierre, y el día 30, en el transcurso de un tercer y poderoso evento, un nuevo flujo piroclástico se dirigió al este, a mucha mayor distancia que los del 8 y el 20. Mató a más de 800 personas en Morne Rouge, a 250 en L’Ajoupa-Bouillon, a 25 en Basse-Pointe y a 10 en Morne-Capot. Esta fue la última erupción fatal del Pelée hasta nuestros días. En octubre de 1902, una espina volcánica creció a una altura de 272 m encima del crecimiento de un domo de lava en el cráter Étang Sec. Finalmente esta se derrumbó en 1903. La erupción de 1902 del Monte Pelée fue uno de los mayores desastres volcánicos del siglo XX.

Pelée 1902
Nube de cenizas provocada por la erupción del Monte Pelée el 20-08-1902.
Créditos fotográficos: Angelo Heilprin, U.S.
Pelée 1902
Crecimiento de una espina de lava en el cráter Étang Sec, Pelée, en octubre de 1902.
Créditos fotográficos: Angelo Heilprin, U.S.
Pelée 1902
Destrucción del barrio sur de St. Pierre con el Monte Pelée al fondo con el crecimiento de la espina volcánica. Octubre de 1902.
Créditos fotográficos: Angelo Heilprin U.S.
Pelée 1902
Corrientes de densidad piroclástica procedentes del volcán Pelée el 06-12-1902.
Créditos fotográficos: Angelo Heilprin

1929-32 Erupciones. IEV 3 En marzo de 1929, comenzaron a observarse incrementos anormales de la actividad de fumarolas en la cima del volcán. El 16 de agosto a las 21:45, un súbito escape de vapor lanzó una columna de humo hacia el cielo, mientras que grandes cantidades de cenizas caían en las poblaciones ubicadas a sotavento del volcán. Simultáneamente, se produjeron algunos deslizamientos de terreno en los lados de la cumbre. A pesar de todo, en las siguientes semanas estos preocupantes fenómenos decrecieron en intensidad hasta desaparecer por completo. Pero el 16 de septiembre a las diez de la noche, el volcán produjo una violenta erupción. La población cercana fue evacuada, pero la opinión de un geólogo la autorizó a regresar a principios de octubre. El 14 de ese mes se produjo una nueva erupción, muchísimo más poderosa que la anterior, que cubrió de cenizas el pueblo de Prêcheur. Dos días más tarde, un tercer fenómeno que comenzó a la 1 de la madrugada tapó completamente de ceniza toda la cara occidental de la montaña. A partir de entonces, las erupciones sucedieron con más frecuencia pero con menor intensidad. Se produjeron algunas avalanchas por el derrumbe de un segundo domo que crecía desde la caldera, que continuaron ocurriendo durante tres años más hasta cesar en diciembre de 1932. Todas ellas viajaron por el río hasta llegar al mar. Esta nueva serie de convulsiones, ocurridas 27 años después de la tragedia de St. Pierre, no causaron víctimas salvo algunas cabezas de ganado, y solamente implicaron la destrucción de la ruta St. Pierre-Prêcheur.

Desde 1932, el volcán no ha vuelto a dar señales de actividad, pero la experiencia pasada demuestra que no se debe confiar en su quietud. Casi con certeza, cualquier actividad eruptiva futura será precedida por ruidos, temblores, señales de inquietud y aumento de las fumarolas, tal como ocurrió en las cuatro grandes erupciones anteriores. El monte Pelée es uno de los volcanes durmientes más activos de su arco y del mundo, y es muy factible que haga erupción en el futuro. Por ello, se lo mantiene bajo una estrecha vigilancia por parte de geólogos, geofísicos y vulcanólogos.

Pelée 1973
Imagen de los dos domos de lava que llenan la Caldiera del cráter Étang Sec en la cima del Monte Pelée. 1973.
Créditos fotográficos: William Melson, Smithsonian Institution
Pelée 2002
Monte Pelée con la ciudad de St. Pierre en sus faldas en 2002.
Créditos fotográficos: Lee Siebert, Smithsonian Institution
Pelée 2002
El domo de lava de 1929 forma la cumbre del volcán Pelée actualmente. 2002.
Créditos fotográficos: Paul Kimberly, Smithsonian Institution
Pelée 2002
Domo de lava de 1902 que llena gran parte de la cumbre del cráter de Étang Sec, Monte Pelée. 2002.
Créditos fotográficos: Paul Kimberly, Smithsonian Institution
Pelée 2009
Cumbre del Monte Pelée entre nubes. 29-10-2009
Créditos fotográficos: Jean-Marc Planchon, Jmp48, License CC BY-SA 3.0



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